Yo elegí quererte. Elegí que fueras la persona que llenara mis días de sonrisas. Yo elegí tus besos, elegí también tu voz. Elegí llorar por ti de vez en cuando, creer tus verdades y creer a medias tus mentiras. Elegí que no quería otros abrazos, que no quería otras manos agarradas a las mías y que no quería que otras manos agarrasen las tuyas. Elegí nuestro mes del año y nuestro día del mes, elegí que tu fueras mi locura, mi pasión y mi cordura. Elegí las idas y vueltas, el miedo a fallar y los impulsos, las miradas, temblar, hacerme adicta a tus palabras, al eco de tu voz. Elegí conservar intacto cada momento y dejar huella de todo lo que hacemos en mi mente. Elegí que mi mayor hobbie fuese verte, elegí darte todo, elegí hablar de nosotros, elegí ser fuerte y luchar por un sólo motivo. Elijo quedarme con tus mañas, tus manías, tus defectos y carencias. Elijo el sabor agridulce de las discusiones que culminan en abrazos, elijo seguir queriéndote a pesar de todo. Elijo arriesgar y jugármelas por ti.